Un Ferrari 250 GTO se convierte en el coche más caro del mundo

elmundo.es
El coche más caro del mundo, un Ferrari 250 GTO que ha sido vendido por 38 millones de euros, fue comprado y restaurado por Paul Papparlardo en 1974 para después correr en históricos circuitos comoLe Mans en 2002, fue adquirido de forma anónima en una transacción privada según informaron tres especialistas a Bloomberg News.Anteriormente, el coche había sido propiedad de un español según la página web Barchetta.
El récord en transacciones automovilísticas del pasado año también pertenecía a un 250 GTO. En aquella ocasión se vendió por 35 millones de dólares, una unidad exclusiva de color verde creada para que la condujera el mítico piloto británico Stirling Moss El valor de los coches clásicos y en particular los Ferrari de las décadas de los 50 y 60continúan en ascenso atraídos por nuevos entusiastas de la marca, especuladores e inversores.
El 250 GTO fue creado en 1962 para competir en las 24 horas de Le Mans, así como otras grandes carreras y con el tiempo se ha convertido en el coche más caro y deseado por los coleccionistas. Esto se debe principalmente a que solo fueron producidas 39 unidades, una de ellas, en color verde manzana fue diseñada especialmente para queStirling Moss corriera en Inglaterra y fue vendido por 35 millones de dólares el pasado año.
La fiebre por conseguir una de las limitadas piezas del GTO sigue creciendo y algunos propietarios privados entre los que se encuentraNick Mason, batería de Pink Floyd, han recibido recientes ofertas por sus Ferrari que rondan los 40-50 millones de dólares.
Pero no solo los 250 GTO alcanzan precios record en el mercado de la exclusividad. El pasado verano en laSemana del coche en Monterey (California), la principales casas de subasta sacaron al mercado varios "Cavallino rampante" entre los que se encontraban un Ferrari 275 GTB4 Spyder que fue vendido por 27.5 millones de dólares o un Ferrari 375 MM Spyder que fue subastado por 9 millones de dólares.
En 2007, el record se estableció con un 330 TRI/LM Testa Rossa Spyder, que se adjudicó por siete millones de euros. Este modelo ganó las 24 horas de Le Mans, en 1962, y fue pilotado por Phil Hill y Olivier Gendebien.
La venta de coches deportivos clásicos se encuentra inmersa una tremenda burbuja a la que no afecta la actual crisis económica y que hace que los precios de coches exclusivos parezcan no tener límite.
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